Saltar al contenido

Así se puede hackear el asistente AI de un negocio

Sí, una AI se puede hackear.  Pero también te contaré cómo evitarlo.

Los asistentes AI no solo son posibles de hackear, sino que hacerlo es más sencillo que crear un mail con ChatGPT. Se trata de un problema que afecta a un gran número de empresas y que, lamentablemente, ocurre con más frecuencia de la que muchos están dispuestos a aceptar.

Aunque digas que no, es probable que tu empresa no sea la única que tiene acceso a los datos de tus clientes.

El hacking de ingeniería social no ha muerto, y la inteligencia artificial puede ayudarte con tus textos del trabajo, pero en realidad no es tan inteligente. Precisamente por eso un ejército de hackers se está divirtiendo en este mismo momento con los asistentes AI de varias empresas.

Si te preocupa pensar que te puede estar pasando lo mismo, sigue leyendo. Aquí te explicamos cuáles son los métodos que utilizan los hackers para vulnerar a los asistentes AI y te contamos las alternativas que tienes para mantener los datos de tus clientes a salvo, ahora sí a salvo de verdad.

¿Cómo se hackea un asistente de inteligencia artificial?

Aunque parezca que hackear un asistente de inteligencia artificial es una tarea compleja, hay que tener presente que algunas personas se dedican exclusivamente a ello.

Una muestra de las habilidades y el poder que pueden llegar a tener los hackers es Arion Kurtaj, un adolescente de 18 años que no solo hackeó los servidores de Uber y de Nvidia, sino que después de ser arrestado y estar bajo supervisión policial, se infiltró en los sistemas de mensajería internos de Rockstar Games utilizando tan solo un Firestick de Amazon.

Hackear un asistente AI puede ser mucho más sencillo, sobre todo porque muchas plataformas no utilizan sistemas de seguridad robustos, y porque la creatividad para vulnerar chatbots y lograr que hagan lo que se les pide se renueva constantemente.

Veamos entonces cuáles son algunos de los métodos de hacking que más impacto tienen, y por qué algunas plataformas no cuentan con los protocolos adecuados para responder ante este tipo de amenazas.

 

Ingeniería social

Aunque el concepto de ingeniería social nos puede hacer pensar en aquella vez en la que nos hackearon el WhatsApp, la verdad es que los asistentes de inteligencia artificial también son vulnerables a los engaños, y este método de hacking sigue vigente.

Las tácticas de ingeniería social son eficaces porque explotan la confianza implícita y la programación predefinida de los asistentes AI. Los hackers no necesitan romper códigos o superar barreras tecnológicas complejas; en su lugar, simplemente aprovechan la naturaleza interactiva y el deseo del asistente de ser útil.

Incluso grandes empresas vinculadas al sector de la inteligencia artificial han visto cómo sus sistemas han sido superados por este tipo de engaños.

Un ejemplo de esto es lo que sucedió hace un tiempo con ChatGPT, la AI de OpenAI. A pesar de que esta inteligencia artificial está configurada con límites éticos para no proporcionar información ilegal o sensible, varios usuarios sortearon las restricciones y lograron obtener desde códigos de activación para Windows hasta instrucciones detalladas para la fabricación de napalm.

Para esto solo bastó engañar a la AI con un prompt en el que un usuario le pedía que le contara una historia tal y como lo hacía su abuela. En el caso del napalm, la consulta le indicaba a ChatGPT que debía asumir el papel de una ingeniera química que le relataba a su nieto las instrucciones de fabricación de este combustible para ayudarlo a dormir. ChatGPT, otra víctima de la manipulación amorosa.

Inyección de prompts 

Otro método utilizado para hackear asistentes de inteligencia artificial es la inyección de prompts o comandos. Este método consiste en insertar comandos o preguntas específicas diseñadas para manipular la respuesta del asistente de manera que revele información sensible o actúe de una forma particular.

Este tipo de ataque que antes se dirigía a sistemas operativos, servidores o bases de datos, ahora está afectando a los asistentes de inteligencia artificial, y representa un grave peligro para las empresas.

En el contexto de las AI, los atacantes diseñan prompts específicos para engañar al asistente, explotando la forma en que procesa y responde a las entradas de los usuarios. Uno de estos métodos, por ejemplo, consiste en anidar comandos dentro de otros prompts para acceder a información restringida.

Incluso algunos asistentes AI, como Siri, Alexa y Google Assistant pueden ser vulnerables a este tipo de hacking, especialmente, a través de comandos de voz. Existen algunos casos de videos de YouTube que han sido manipulados con comandos de audio ocultos para solicitar información o dar instrucciones a los asistentes.

Claro que los mecanismos de seguridad de estas empresas son muy efectivos y la tarea de los hackers no resulta sencilla. A través de este método son más vulnerables los asistentes que no han sido entrenados para evitar hackeos.

Herramientas de hacking

Existen muchas herramientas para hackear el asistente AI de un negocio. Por lo general,  se trata de herramientas que identifican y explotan las vulnerabilidades de los asistentes.

Con algunas de ellas, como Nebula AI Hacking Tool, o HackerGPT, es posible enviar comandos ocultos a un asistente virtual a través de una conversación aparentemente normal.

Aunque estas herramientas fueron diseñadas en el ámbito del hacking ético, pueden ser utilizadas por hackers malintencionados con el propósito de manipular el comportamiento de un asistente AI. De esta manera, acceden a información sensible y logran que los asistentes ejecuten acciones que normalmente no están autorizadas.

¿Por qué la mayoría de los asistentes son vulnerables a un hackeo?

Aunque los hackeos personales pueden ser molestos y representar ciertos riesgos, hay que tener presente que en el caso de las empresas las consecuencias son mucho más graves.

Los asistentes AI manejan una gran cantidad de información sensible y confidencial, como datos financieros, estrategias comerciales, y datos personales, entre muchos otros más. Un ataque no solo vulnera  la privacidad y la seguridad de los datos, sino que también puede resultar en pérdidas económicas y en un daño significativo sobre la reputación de la empresa.

Estas son algunas de las razones por las que la mayoría de los asistentes de inteligencia artificial para negocios son vulnerables:

  • Errores en la programación del asistente.
  • Configuraciones de seguridad deficientes.
  • Falta de entrenamiento para que el asistente reconozca y responda a los intentos de manipulación.

Tal como vimos antes, los hackers utilizan diferentes métodos para lograr que un asistente AI responda a sus solicitudes y actúe de una manera muy particular. Además, la integración con otras plataformas y servicios empresariales puede hacer que la brecha de seguridad sea más amplia.

En este sentido, Darwin AI se diferencia de otros asistentes, porque está entrenada para evitar hackeos. Nuestra solución ha sido desarrollada con un enfoque particular en la seguridad, integrando técnicas avanzadas de aprendizaje y protocolos de seguridad robustos.

Darwin AI no solo comprende las solicitudes de los usuarios, sino que también está equipada para identificar y mitigar posibles intentos de explotación o manipulación, algo que muchos otros asistentes de inteligencia artificial no pueden hacer de manera efectiva.

¿Cuáles son los riesgos de utilizar un asistente de inteligencia artificial vulnerable?

Que te manipulen como a ChatGPT.

Bueno, no necesariamente. Los riesgos y el impacto que puede tener la exposición de data sensibles en las empresas que son hackeadas es muy profundo. En el caso que mencionamos de Rockstar Games, se estimó que el costo de la filtración de datos fue de 5 millones de dólares, sin contar los efectos que una brecha de seguridad como esa tiene sobre el personal.

Aunque el costo para las pequeñas empresas no es tan alto, el riesgo sigue siendo significativo. La filtración de datos puede tener implicaciones legales, y afectar directamente la percepción que tienen los clientes sobre un negocio.

Filtración de datos personales de clientes y colaboradores

La filtración de datos es uno de los principales riesgos de utilizar un asistente de inteligencia artificial que no está entrenado para detectar comportamientos sospechosos y responder de manera segura.

Una buena parte de estos asistentes tienen acceso a datos sensibles y confidenciales que pueden ser expuestos luego de un ataque. En manos equivocadas, estos datos pueden ser utilizados con una infinidad de propósitos, sobre todo para actividades fraudulentas.

Para cualquier empresa la privacidad de los datos es fundamental, especialmente por las repercusiones legales que puede tener cualquier brecha de seguridad.

Pérdida de confianza de clientes y socios

Uno de los activos más importantes de una empresa es la confianza de sus clientes, algo que se puede perder con mucha facilidad cuando sus datos personales no se resguardan de la manera apropiada.

Para nadie resulta atractiva la idea de abrir una cuenta de banco en un lugar donde su dinero no va a estar seguro. Lo mismo sucede en el mundo digital, si no se percibe que los datos personales y financieros están protegidos, los clientes prefieren ir a otras empresas o plataformas.

La lealtad que puede haber tomado años construir se puede desmoronar en un instante. Además, un incidente de hackeo puede atraer la atención de los medios y del público en general, amplificando el daño a la reputación de la empresa y afectando la captación de nuevos clientes.

¿Se pueden entrenar una AI para evitar hackeos?

Sí, los asistentes de inteligencia artificial se pueden entrenar para reconocer los comportamientos sospechosos de los usuarios y evitar hackeos. Generalmente, este tipo de asistentes aprenden a distinguir las consultas que hacen los usuarios, e identifican los patrones que pueden estar asociados a un ataque.

Esto es algo de lo que da cuenta Darwin AI, ya que no solo está entrenada para evitar hackeos y elevar alertas al equipo del que forma parte, sino que cuenta con múltiples capas de seguridad y almacena los datos fuera del alcance de los asistentes, previniendo cualquier filtración o brecha de seguridad.

Barreras y capas de seguridad de Darwin AI

Darwin AI no solo le ofrece a las empresas automatizar una gran parte de su comunicación con los clientes y con sus equipos de trabajo, sino que mantiene la seguridad de los datos.

Esto lo hace a través de diferentes barreras y capas de seguridad, pero lo más importante es que se trata de un asistente que ha recibido entrenamiento para combatir cualquier tipo de hackeo.

Además, cuenta con el respaldo de otros asistentes virtuales que se especializan en ciberseguridad para AI empresarial.

Con nuestras soluciones las empresas pueden dejar de preocuparse por su vulnerabilidad ante métodos de hacking como la ingeniería social y el uso de prompts anidados.

Side CTA Darwin AI ES-2